martes, 30 de enero de 2018

La imagen de un país

Muchas veces escuchamos la frase “una imagen vale más que mil palabras”. Y es cierto. Por ejemplo, el siguiente texto podría no incluir ni siquiera el título. Con mirar la fotografía estaría todo más que dicho. 
L@s docentes que trabajamos con imágenes en las aulas del secundario, muchas veces utilizamos imágenes para mostrar, enseñar, comparar o simplemente describir un momento de la historia. Es decir, las utilizamos como herramienta didáctica para “pensar junto a los estudiantes”. Trabajar pedagógicamente con imágenes significa tener en cuenta sus poderes, su polisemia, que no todos vemos lo mismo cuando miramos y, justamente por eso, sirven para aprender pensando y debatiendo. En términos de Malosetti Costa, se logra poner en el centro la imagen y no subordinarla al texto. Pasado el tiempo de mirar, reflexionar y debatir, el@ profesor@ puede aportar información más específica del período y de la foto en sí. Además puede alertar a los alumnos en cuanto al sesgo político, como explica Abramovski, que toda imagen tiene para que aprendan a mirarla críticamente. 
Muy bien. Siguiendo lo que se llama una planificación didáctica -que se utiliza para organizar las clases- el docente tiene que dar un tema específico que se encuentra en el programa. Luego piensa una secuencia didáctica que incluye una variedad de actividades con las cuales “transmitir” los contenidos. Allí es donde se pueden elegir grandes y aburridos textos y/o las imágenes (o audiovisuales) que, creemos, es un instrumento más amigable con los pibes. Porque, siguiendo a Abramovsky, los jóvenes son “sujetos visuales”. 
En ese sentido, la fotografía que antecede a este texto, supongo, es muy ilustrativa para “charlar” sobre el gobierno de Mauricio Macri. Otra de las condiciones de los docentes es tratar de mostrar más imágenes, complementar con breves textos y comparar etapas para hablar de procesos y no de situaciones estáticas. 
En función del tema a enseñar, seleccionamos esta imagen. 
El segundo paso es armar una serie de preguntas abiertas y globales para que los estudiantes analicen la foto y, de esta manera, pensemos el momento político. 
Una introducción a la actividad puede ser buscar información sobre la foto. Lo que llamamos “la contextualización”. Lo puede hacer el docente o buscarlo directamente l@s chic@s buscarlo por internet. ¿Quién sacó la foto?; ¿Dónde?; ¿Cuándo?; ¿Dónde salió publicada? Etc. 
Luego pasamos a las primeras preguntas. 
En este sentido, cuando trabajamos con imágenes solicitamos una descripción primaria de la fotografía. “Lo que se ve a simple vista”. Es decir, una descripción objetiva. Todavía sin necesidad de interpretarla. 
¿Que vemos en la imagen? Colores, signos, personajes, disposición.
Para esta imagen, se espera la siguiente descripción: hay un policía, un arma, un cartel con  letras de color plateado, dice INTI etc. 
La segunda propuesta es describir la imagen más subjetivamente, en base a la información que tenemos. En este caso esperamos una descripción más ajustada. 
Se espera que se diga que hay un policía, arma en mano, con casco, desafiante, parado en la puerta de un organismo estatal llamado INTI.
Por último, tratamos de apelar a una reflexión acerca de qué hace un policía armado hasta los dientes en la puerta de un organismo oficial. 
¿Qué es el INTI?
¿Es un organismo oficial?; ¿A qué se dedica?
¿En qué circunstancia creen ustedes que debe haber un policía armado en la puerta del INTI?; ¿Qué estaría pasando afuera?
¿Cuál es la política oficial en Ciencia y Tecnología del gobierno?
Así vamos trabajando sobre el rol del Estado en la Ciencia y Tecnología de un país. Así invitamos a reflexionar acerca del presente y del futuro de un país que despide a 250 trabajadores de esa área estratégica. Así pensamos sobre despidos, vaciamiento presupuestario, destrucción de la industria nacional, maltrato laboral y lo que más atañe a los estudiantes: su futuro 
En definitiva, esta imagen recorre los medios masivos y va penetrando en la cabeza de los jóvenes (y no tan jóvenes). También trasciende las fronteras mostrando al mundo la orientación económica y política del gobierno actual. El poder que tiene esta imagen no puede soslayarse y muestra sin dudas la decadencia del actual período histórico. 
Finalmente, pedimos una conclusión. 
La nuestra es que pueden existir varios países. Seguramente la fotografía de un policía armado en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial contrasta mucho con la de un@ ingenier@ trabajando en proyectos de largo plazo que puedan aportar al desarrollo del país. Prefiero la segunda.

jueves, 25 de enero de 2018

Dos miradas, dos épocas. La misma impunidad.


Por Luis Klejzer

Cuando en enero de 1997 prendieron fuego su auto y asesinaron al reportero gráfico José Luis Cabezas en un descampado cercano a Pinamar, yo tenía 20 años recién cumplidos. Fue un crimen que movilizó a la sociedad, despertándola de un largo sueño neoliberal lleno de privatizaciones de empresas públicas y negocios de “todo x 2 pesos”. Consecuencia de la Ley de Convertibilidad de 1991, sancionada por el ministro de economía Domingo Cavallo. La desocupación crecía y ya se olían los neumáticos quemados en los piquetes de la Patagonia. Recuerdo que la imagen de Cabezas se difundió por todo el mundo pidiendo juicio y castigo. Me impresionó mucho la postura de ciertos sectores de la sociedad. Sobre todo de los artistas. Principalmente recuerdo los homenajes que realizaba el gran cantautor León Gieco cuando iniciaba cada recital con una frase que todavía guardo en mi memoria: “No se olviden de Cabezas. La impunidad de su crimen, será la condena de la Argentina”. Y fue condena. Pero no por la impunidad ni el gansterismo que gobernaba el país y la provincia de Buenos Aires, sino por el hambre y la desocupación.

miércoles, 17 de enero de 2018

Querida Violeta. El "santo padre" está en Chile.

Por Luis Klejzer
Cuando Violeta Parra se pegó un tiro en febrero de 1967, Francisco todavía era Bergoglio. Apenas había ingresado a la Facultad de Teología del Colegio Máximo de San José, en San Miguel.
Cuando Violeta se preguntaba “qué dirá el santo padre, que vive en Roma”,  le hablaba a Juan 23, el mismo del concilio vaticano 2. Su pregunta apuntaba al silencio de éste sobre el asesinato del comunista Julián Grimau, aquella madrugada del 20 de abril de 1963, a manos de los carniceros de Francisco Franco en España. Así, con el silencio del santo padre “degollaban a su paloma”.