lunes, 29 de julio de 2013

El uso de los signos en Moctezuma, Cortés y Subcomandante Marcos.

    
“Me acosa el carapálida con su forma de ver
su estética, su ángulo, su estilo, su saber…”
Silvio Rodríguez.

El objetivo del siguiente trabajo no es plantear ninguna hipótesis concreta ni realizar grandes descubrimientos, es, apenas, un trabajo que nos permita estudiar el texto de Tzvetan Todorov, “La conquista de América. El problema del otro” poniéndolo en clave con la experiencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Así como Todorov piensa la conquista española y su victoria sobre el imperio azteca desde la perspectiva de un análisis del uso de los signos y la comunicación, nos interesa hacer el ejercicio de traer esta perspectiva a la experiencia zapatista, que, a priori, tendría mucho en común.
El trabajo está ordenado en 3 apartados, el primero, Moctezuma y los signos, donde pienso repasar, sintéticamente, la visión de Tzvetan Todorov acerca de la actitud de Moctezuma frente a los españoles; en segundo lugar, repasaré el análisis sobre Cortés y los signos; y finalmente, intentaremos plantear algunas cosas sobre el uso de los signos por parte del Subcomandante Marcos, líder de los zapatistas.

Moctezuma y los signos.

En Moctezuma y los signos, se plantea varios puntos que hacen a la comunicación:
1.      La gran dedicación a la interpretación de los signos.
2.      La concepción cíclica del tiempo.
3.      La creencia de que la vida está predeterminada.
4.      La forma de la comunicación.

Los aztecas tienen una cosmovisión particular, donde todo tiende a la interpretación. El imperio de Moctezuma plantea una forma de entender la vida muy particular y distinta de los invasores españoles, “Los indios y los españoles practican la comunicación de diferente manera”[1]. En ella la concepción del tiempo es cíclica y las cosas se repiten dos veces, la vida está predeterminada y los astrólogos se encargan de presagiar los acontecimientos a partir del calendario y se les rebela para estar preparados, aunque no para cambiarlo. Ningún orden de la vida azteca puede estar fuera de control. “Nada en este mundo se da por casualidad”.[2]
Pero principalmente, la diferencia está en la forma de entender la comunicación. Mientras que para los españoles (europeos) la relación se da en el plano de lo que Tzvetan Todorov llama Hombre-Hombre, para los aztecas esta relación se da en el plano de Hombre-Mundo. “…existen dos grandes formas de comunicación, una entre el hombre y el hombre y otra entre el hombre y el mundo…”[3] Esta diferencia central, dice Tzvetan Todorov, perjudicará a los aztecas en tiempos de la conquista; la falta de comunicación de Moctezuma, su paralización para la acción beligerante y la no comprensión del “otro”, al punto de considerarlos dioses, determinan la victoria del invasor.  

Cortés y los signos. 

En Cortés y los signos, Tzvetan Todorov plantea que la utilización de los signos que hizo el conquistador fue mucho más eficiente, evidenciando su carácter de líder y determinante de la victoria.  
1.      Preocupación por los mensajes que produce.
2.      Uso de los mitos indígenas.
3.      Comprensión del “otro”.

Cortés busca comprender a los aztecas, dice Tzvetan Todorov, marcando una línea separadora entre ambos líderes. Lo presenta como un estratega importante que busca mandar mensajes “políticos”, se presenta como embajador y plantea una comunicación. Pide hablar con Moctezuma. En Cortés no prima lo bélico.
Se apropia del mito del dios que regresa y lo utiliza como fortaleza en la batalla contra los aztecas. “La mejor prueba que podemos tener de la capacidad de Cortés para entender y hablar el lenguaje del otro, es su participación en la elaboración del mito del retorno de Quetzalcóatl”.[4]
El conquistador genera alianzas con otras etnias que sufrían al imperio de Moctezuma. “Empero, en la segunda fase de la guerra hay otro factor que empieza a tener un papel decisivo: es la explotación que hace Cortés de las disensiones internas entre las diferentes poblaciones que ocupan la tierra mexicana.”[5]
Utiliza intérpretes para comprender al “otro”. “Lo primero que quiere Cortés no es tomar, sino comprender (…) la primera acción importante que emprende (…) es buscar un intérprete.”[6] Piensa la batalla como una relación de fuerzas donde la lucha psicológica es también determinante. Comprende la forma de guerrear del azteca, sus sentimientos, sus valores, los ataca de manera de ofender el honor de los adversarios.
En definitiva, dice Tzvetan Todorov, la comunicación entendida por Cortés y no por los aztecas, permiten la victoria definitiva de la conquista.

Subcomandante Marcos y los signos.

El 1° de enero de 1994 sale a la luz en el Estado de Chiapas, México, luego de 10 años de construcción territorial, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Salvando las distancias y los proyectos estratégicos con los aztecas y los españoles, y tratando de no caer en un anacronismo, y siguiendo con el espíritu de este trabajo y forzando las ideas de Tzvetan Todorov acerca del uso de los signos, nos gustaría hacer el ejercicio de ver el uso de los signos y la comunicación por parte del Subcomandante Marcos y los zapatistas.

1.      Uso del pasamontañas.
2.      Uso del lenguaje.
3.      Rescate del Indigenismo.
4.      Uso de la comunicación.
5.      El reconocimiento del otro.

Si hay algo que caracteriza, hoy por hoy a los zapatistas, es el pasamontañas. Siempre aparecen con los pasamontañas puestos. “Los que se cubren el rostro para ser mirados”[7]. De hecho, no se conocen los rostros de ninguno, y tampoco el de Subcomandante Marcos.
Años después de la desaparición de las guerrillas clásicas de los años ´70, aparece el EZLN con sus pasamontañas y su grito de “democracia, libertad y justicia”. Esos rostros cubiertos que se alzaron en armas en las montañas del sureste mexicano, liderados por un hombre con pasamontañas, pipa y teléfono celular.
El uso del lenguaje en el zapatismo también es muy sugestivo. Su utilización de las palabras, de los conceptos y de la retórica, los lleva a romper con la lógica noventista neoliberal y va a formar parte de la impronta de su movimiento.
“Nos damos cuenta del valor de la palabra…”[8] Su lenguaje es una síntesis de la cultura indigenista milenaria con conceptos novedosos propios de los nuevos tiempos.  No solo saben el valor de la palabra sino también del silencio. “El silencio lo venimos a descubrir más adelante a la hora que descubrimos que el gobierno estaba interesado en que habláramos (…) cuando estamos en silencio no sabe lo que estamos haciendo”. [9]
En este sentido, es interesante comparar la interpretación del silencio de Moctezuma frente a los españoles, con los silencios del subcomandante Marcos frente al gobierno mexicano. Mientras que para el primero, dice Tzvetan Todorov, es su forma cultural de entender la comunicación, para el segundo es parte de una táctica.
Sin dudas, si traemos a la actualidad el prisma de Tzvetan Todorov, el indigenismo del zapatismo es un signo característico. Si bien la construcción del movimiento comienza, como ellos mismos dicen, el 17 de noviembre de 1983, es en 1994 que salen a la luz, dos años después de los festejos del V centenario de la conquista de América. Ya en su primer discurso de la Primera declaración de la Selva Lacandona explica quiénes son: “Somos producto de 500 años de luchas y etcéteras”.[10] Incluso se llega a constituir el Comité Clandestino Revolucionario Indígena, es decir los jefes de los diferentes pueblos indios: tzeltal, tzotzil, tojolabal, chol, zoque y mam.[11]
Podemos decir que la utilización de este elemento, significó mucho para el zapatismo en términos de la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas mexicanos, pero también, supo trascender las fronteras de ese país para ser parte de la discusión de miles de organizaciones sociales en todo el continente, hasta conseguir la solidaridad concreta en todo el mundo.
La reivindicación de los derechos de los indígenas por parte del zapatismo, trajo como consecuencia el surgimiento de organizaciones de carácter indígenas en el continente latinoamericano y muchos de ellos condicionando la llegada al poder de varios gobiernos de la región de los últimos años. “Somos la punta del iceberg que está asomando y pronto asomarán puntas por otros lados, de algo que está abajo, que se está gestando y que está por reventar”.[12]
Finalmente, el uso de la comunicación es central para los zapatistas. Lejos de las clásicas guerrillas latinoamericanas que se mantenían en la clandestinidad, el EZLN ha decidido tener un contacto fluido con la sociedad, enviando cartas, declaraciones, cuentos y otras noticias a través del uso de los medios de comunicación grandes, pero también a través de una enorme red de medios alternativos de pequeño alcance, con los que aún mantienen su contacto con el mundo. Su “Radio insurgente, La voz de los sin voz” sintetiza la idea del uso de la comunicación con la construcción de un lenguaje propio de la resistencia. Dos recursos importantes de la construcción zapatista.
Tomando a Tzvetan Todorov, en el proceso de reconocer al otro, el subcomandante Marcos también precisa su opinión. El reconocimiento del “otro” en el zapatismo es, a la vez, el reconocimiento del “nosotros mismos”. Entendiendo al “otro” como la sociedad civil “… la construcción de esa interlocución, en ese saber cómo es el otro y mostrarnos nosotros como somos…”[13]. En ese entender al otro al tiempo de mostrarse, el uso de la comunicación es central, radicando ahí la construcción de la legitimidad del movimiento. “La estrategia, hasta entonces, hasta donde se puede decir, es construir la legitimidad de un movimiento, conocer al otro, conocer su medio, conocer la situación a nivel nacional e internacional”.[14]

Conclusiones.

Para cerrar el trabajo, nos gustaría recuperar la idea de Ztvetan Todorov acerca de la importancia del uso de los signos en la batalla.
Tanto en el análisis que hace sobre el uso de los signos en Moctezuma y Cortés, así como el que intentamos realizar nosotros en Subcomandante Marcos, el uso de los signos nos dice mucho acerca de cómo entienden la lucha los distintos líderes (y pueblos).
Podemos decir que algunos los utilizan de acuerdo a su cultura y sus creencias, como en el caso de los aztecas; otros como parte de una estrategia para vencer en la guerra, como en el caso de Cortés; y en el caso del EZLN como parte de la construcción de legitimidad del movimiento.
Cerramos diciendo que, lejos de plantear una hipótesis, este trabajo nos permitió estudiar un poquito más en profundidad el texto y traerlo a la actualidad nos permitió hacer el ejercicio de ver más de cerca un proceso vigente.    


Bibliografía utilizada:
  
La conquista de América. El problema del Otro. Tzvetan Todorov, Siglo XXI, México, 1992.

EZLN, 20 y 10 el fuego y la palabra. Gloria Muñoz Ramírez. Revista Rebeldía, La jornada. 2003. 




[1] Pag 70.
[2] Pag 71.
[3] Pag 75.
[4] Pag 127.
[5] Pag 63.
[6] Pag 107.
[7] 20y10,Pag 23.
[8] 20y10 Pag 273.
[9] 20y10 pag 274.
[10] 20y10 pag 279.
[11] 20y10 pag 280.
[12] 20y10 pag 288.
[13] 20y10 pag275.
[14] 20y10 pag 275.

2 comentarios :

  1. Para cerrar el trabajo, nos gustaría recuperar la idea de Ztvetan Todorov acerca de la importancia del uso de los signos en la batalla.
    Tanto en el análisis que hace sobre el uso de los signos en Moctezuma ideandando.es/que-es-el-colonialismo/

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  2. Podemos decir que algunos los utilizan de acuerdo a su cultura y sus creencias, como en el caso de los aztecas; otros como parte de una estrategia ideandando.es/que-es-el-colonialismo/

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