sábado, 5 de marzo de 2016

La crisis de octubre en Cuba, 1962. Una visión desde las teorías de las relaciones internacionales.


Introducción

El siguiente trabajo es la presentación por escrito de la ponencia final de la materia Problemas Políticos Internacionales de la carrera Profesorado Universitario de Historia de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Este escrito busca complementar la exposición oral.
Primero haremos una introducción a la disciplina de las Relaciones Internacionales, luego describiremos las principales teorías que aparecen en la bibliografía, seguidamente analizaremos “La Crisis de octubre en Cuba” de 1962 y finalmente intentaremos algunas conclusiones.

Las relaciones internacionales

¿De qué hablamos cuando leemos acerca de las relaciones entre distintos países de un mundo cada vez más globalizado?, ¿Cómo interpretamos el surgimiento de organizaciones como Estado Islámico o las revoluciones comunicacionales con Facebook? Estamos hablando de las relaciones internacionales.
“Las Relaciones Internacionales (en adelante RRII) han ocupado un lugar incómodo, a menudo marginal, en el estudio y en la enseñanza de las ciencias sociales”. (Halliday: 25) Las RRII “comprende tres formas de interacción: las relaciones entre Estados, las relaciones no estatales o ´trasnacionales´ que tienen lugar a través de las fronteras, y el funcionamiento del sistema, cuyos componentes principales son los Estados y las sociedades, en general”. (Ídem) 
Si bien existían algunos historiadores que realizaban investigaban sobre política exterior de los Estados o escribían memorias acerca de batallas o reyes anteriormente, el estudio de las RRII como disciplina nace a principios del siglo XX con el objetivo de analizar los profundos cambios desarrollados en ese período y el impacto de los acontecimientos mundiales. Siguiendo a Fred Halliday “el estudio de las relaciones internacionales empezó poco después del fin de la primera guerra mundial y se centró en los factores que causan la guerra y en los medios para impedir su estallido.” (Ibídem: 32)
Nacida en las academias de occidente, finalizada la primera guerra mundial, la disciplina tuvo distintas teorías que permitieron, y aún permiten, analizar las RRII de una manera particular. Los especialistas recomiendan que no deben hacerse análisis abstractos, más bien, los estudios deben contener lo nacional y lo internacional entendiendo que estas condiciones siempre interactuaron.
Según Halliday, las RRII tienen dos aspectos distintos
1.      Analítico: se trata de analizar las políticas de los Estados en las relaciones internacionales; la existencia o no de un orden o autoridad suprema; las relaciones de poder y la seguridad; la economía y el uso de las FFAA; la cooperación o el conflicto.
2.      Normativo: definir cuándo es legítimo el uso de la fuerza; cuáles son las obligaciones del Estado; el análisis de lo moral y de lo lícito o ilícito de ciertas prácticas o intervenciones estatales.
En este sentido, algunos de los subcampos de las RRII son los estudios estratégicos, estudios de la paz y el conflicto, el análisis de las políticas exteriores, la economía política internacional, el estudio de las organizaciones internacionales y la normativa vinculada a la guerra.
Finalmente podemos decir que la disciplina madre de las RRII es el Derecho Internacional. Según Karen Mingst el conjunto de leyes que regulan la interacción entre Estados, entre Estados y Organizaciones Intergubernamentales y entre estas últimas.

Las teorías

Una teoría es el conjunto de propuestas y conceptos tendientes a explicar o predecir fenómenos. En este sentido, cuando hablamos de las RRII estamos hablando de teorías que explican las relaciones entre Estados, Organizaciones intergubernamentales o no gubernamentales y las sociedades, entre otras.
Quisiéramos comenzar haciendo referencia a un hecho histórico que tiene un interés importante en esta cuestión. Como dijimos, el estudio de las RRII se centra en el análisis de los Estados como actor indispensable, en este sentido, nos gustaría poner el año 1648 y el tratado de Westfalia como un hito fundador del nacimiento de lo que hoy denominamos Estado -  Nación y su concepción de soberanía. Desde ese tratado las ciencias sociales hablan de soberanía, territorialidad y legalidad.
Ahora bien, cuando hablamos de interpretar las RRII, existen varias teorías. En este sentido, encontramos distintas teorías explicativas que nos permiten entender el funcionamiento de los Estados y el mundo.
Según Mingst, “los politólogos desarrollan teorías y esquemas tanto para entender las causas de los eventos cotidianos en el ámbito de las relaciones internacionales como para encontrar la solución a las preguntas fundamentales de la disciplina” (Mingst: 26)
Aunque existen varias teorías, nos gustaría centrarnos en las tres que, al igual que Mingst, consideramos fundamentales.
1.      Liberalismo
2.      Realismo
3.      Marxismo

Liberalismo o idealismo.
Cuando hablamos de liberalismo nos remitimos inmediatamente a valores filosóficos como la Libertad, el Progreso y la Paz. Según Mingst, “el Liberalismo tiene históricamente su base en las tradiciones filosóficas cuyo principio fundamental es catalogar a la naturaleza humana como algo en esencia bueno.” (Mingst: 26 - 27)
En este mismo sentido, Claudia Jiménez González considera que el idealismo puede rastrearse en la vieja filosofía política de los textos más antiguos. Uno de los primeros exponentes es Aristóteles, “quien ve en el mundo de las ideas, virtudes a través de las cuales los hombres actúan con ética. Para Aristóteles la eticidad presupone no sólo el saber, sino también la libertad.” (Jiménez González: 118 – 119)
Más adelante podemos encontrar a Kant con su idea de Paz perpetua. El filósofo piensa la construcción de “estructuras institucionales para contener a los Estados que, de una u otra manera, pusieran en riesgo el orden internacional” (ídem).
Para los liberales o idealistas, los Estados son actores centrales aunque no le restan importancia a las organizaciones intergubernamentales o actores no estatales.
El liberalismo es la primera de las corrientes que piensan las RRII. Luego de la primera guerra mundial aparece la figura del presidente de los Estados Unidos, W. Wilson, quien propone constituir una suerte de alianza del mundo “democrático liberal”, es decir, del mundo occidental. En ese sentido, se crea la Sociedad de Naciones en 1919 y los tratados que buscaban un orden mundial y evitar las políticas que llevaran a la guerra.
El liberalismo considera al mundo dentro de un sistema armónico que tiende al equilibrio y al orden. Con el mismo espíritu consideran la sociedad como la suma de los individuos. Por lo tanto el mundo sería también una sociedad que necesita de un orden mayor.
Estos teóricos reconocen que existe un proceso de interdependencia política y económica en el escenario internacional, que genera una creciente demanda de cooperación. En ese mismo sentido, plantean fortalecer las democracias liberales para llegar a la paz y la seguridad.
Tampoco comparten la idea de que los conflictos eran una condición natural humana de las relaciones entre Estados, por ende, rechazan la idea de equilibrio de políticas de poder y la formación de alianzas en contra de las naciones que amenazaran el orden mundial.  
Finalmente, siguiendo con esta teoría podemos decir que el progreso de la libertad depende del mantenimiento de la paz, la armonía de intereses en la política internacional y en las relaciones económicas, la interdependencia entre los Estados y la autodeterminación”. (Ibídem: 120)

El realismo tradicional
El realismo es una corriente que surge en la década de 1930 pero, sin dudas, se transforma en dominante al finalizar la segunda guerra mundial. (1945)
Para esta teoría, los actores centrales son los Estados y hacen lo que quieren. Citando a Kepa Sodupe, “los Estados son actores racionales, autónomos y unitarios.” (Sodupe: 81)
Asimismo, rechazan la armonía de intereses ya que los Estados buscan maximizar su poder compitiendo entre sí.
Según Mingst, “el realismo presupone la presencia de un sistema internacional anárquico donde coexisten los distintos Estados. Cada Estado sustenta sus políticas en una interpretación del interés nacional propio definido en términos de poder.” (Mingst: 27) Esta concepción ideológica también la podemos rastrear en los antiguos textos sobre la Historia de la Guerra del Peloponeso, donde Tucídides “narra el comportamiento de los Estados a partir del conflicto en las relaciones entre los dos grandes poderes de la Grecia antigua (…) para Tucídides la verdadera causa de la guerra fue el surgimiento del poder en Atenas y el temor que esto produjo en los espartanos y sus aliados”. (Jiménez Gozález: 117)
En este sentido, siguiendo a Kepa Sodupe, para los realistas el Estado es el actor central. Mientras que otras organizaciones internacionales están subordinadas. La naturaleza de la vida política internacional es esencialmente conflictiva. Se desenvuelve en un medio anárquico, carente de autoridad central. La motivación humana primordial viene dada por el poder y la seguridad.

La teoría radical o marxista
Por último, Mingst menciona a la teoría radical. Según la autora, “la teoría llamada radical, toma como referente a la economía. Las acciones de los individuos están muy influidas por la clase económica a la cual pertenecen; por su parte, el Estado es un agente del capitalismo internacional; y el sistema internacional es un esquema altamente estratificado controlado por el sistema capitalista mundial.” (Mingst: 27)
Esta teoría está relacionada al materialismo histórico y al marxismo. Si bien esto empieza a cambiar en las corrientes marxistas a partir de los años ´60 / ´70, según Fred Halliday, el marxismo no cuenta con una única teoría de las RRII debido a su concepción materialista de la historia. Más bien plantea que están en estado incipiente. Para Halliday, la característica occidental de la disciplina limita desde el inicio una concepción académica marxista de las RRII. Sin embargo, plantea que existen algunos puntos de contacto entre el materialismo histórico y las distintas corrientes anteriormente señaladas. Algunas de ellas son: el enfoque utopista en tanto busca cambiar el mundo y realista en tanto mira la acción humana. Este autor considera que estos conceptos, sumado al interés por la historia, deben ser tomados en cuenta a la hora de desarrollar una teoría desde el marxismo.
Por su parte, Jiménez González plantea que para la corriente marxista “la libre competencia es precisamente el principal determinante del conflicto internacional (…) el marxismo no acepta el modelo Estatocéntrico de la política mundial, por lo que diseña su propia metodología…”
“En este sentido, es la clase social y no el Estado el actor clave de las relaciones internacionales” (Jiménez González: 126)
Finalmente, sigue Jiménez González citando a Del Arenal: “si la clase social es el actor clave, la fuerza motriz de la sociedad mundial es el imperialismo”. (Ídem)
Entonces podemos decir que para el marxismo no es fácil entender un mundo armónico ni estados cooperativos ya que la lucha de clases se traslada al plano internacional reproduciendo mundialmente el conflicto de clase. Conflicto que se expresa entre las clases de un mismo país, así como entre naciones imperialistas y países dependientes y explotados.

La crisis de octubre. Cuba 1962

Contexto mundial

Ya tenemos las tres teorías que nos interesa utilizar para analizar el conocido conflicto que puso al mundo al borde de la guerra mundial nuclear.
Primero debemos decir que nos encontramos en un mundo muy distinto al de hoy. En 1962 existía un mundo bipolar con dos grandes potencias. Desde el punto de vista del neorrealismo podemos decir que este es un mundo más estable ya que la competencia anárquica del sistema se nivela. Los EEUU y la URSS, que se habían dividido el mundo luego de la segunda guerra mundial en Yalta y Potsdam, decidían el futuro de la humanidad. Una mitad en manos de los EEUU, que habían salido victoriosos de la guerra y propusieron ciertas medidas económicas para contener al mundo comunista liderado por la otra potencia que había ganado la guerra, la Unión Soviética.
Para 1962 existía la guerra fría entre estos dos bloques. Una suerte de estado de guerra permanente pero que nunca estallaba. Según Eric Hobsbawm “(la segunda mitad de siglo XX) en su conjunto siguió un patrón único marcado por la peculiar situación internacional que lo dominó hasta la caída de la URSS: el enfrentamiento constante de las dos superpotencias surgidas de la Segunda Guerra Mundial, la denominada Guerra Fría” (Hobsbawm: 230)
El continente americano estaba organizado por EEUU bajo la vieja doctrina Monroe “América para los americanos”, a través de lo que se llama la Organización de Estados Americanos, OEA. Con programas económicos como el denominado “Alianza para el progreso”.
Del otro lado estaba “el bloque comunista” bajo el liderazgo de la Unión Soviética con sus países de influencia en Europa Oriental. La alianza que tenían estos países se llamaba “Pacto de Varsovia”, en contraposición a la OTAN, del atlántico norte.
En este sentido podemos ver como se generan alianzas entre países para mantener la “seguridad” del continente y de cada país. Desde el punto de vista idealista, la creación de la OEA puede ser vista como cooperación entre los países “democráticos liberal” en función de la paz y la seguridad; desde el punto de vista realista podemos decir que la política exterior de los EEUU es la de mantener el statu quo, como diría Hans Morgenthau, políticas exteriores tendientes a mantener la distribución de poder o en su defecto, aumentarla; mientras para los marxistas es una clara política imperialista con la hegemonía de los norteamericanos.

Antecedentes de la crisis de octubre

En 1959, luego de varios años de lucha en la Sierra Maestra, un grupo de guerrilleros liderados por Fidel Castro, hicieron una revolución nacionalista contra el dictador Fulgencio Batista. El nuevo gobierno revolucionario cubano hizo reformas políticas y económicas que perjudicaron intereses de los Estados Unidos en la isla, lo que generó un distanciamiento creciente entre los dos países. Frente a esta situación, los EEUU comenzaron una seguidilla de acciones políticas – bloqueo económico - y militares – invasión en Bahía de Cochinos - contra el gobierno revolucionario de Castro que tuvo su consecuencia efectiva a principios de 1962 en Punta del Este. En esa reunión de ministros de economía de todos los países de la OEA, el gobierno de EEUU impulsa la separación y expulsión de Cuba del organismo y su aislamiento. [1]
En este sentido, el gobierno de Cuba se fue acercando más a la Unión Soviética lo que generó un creciente encono en el país del norte que veía en esa maniobra una intromisión de los comunistas en el continente americano.

Los hechos

En julio de 1962 en una reunión secreta entre Castro y Kruschev, convencidos de una nueva invasión norteamericana a Cuba, decidieron la instalación de misiles nucleares de mediano alcance apuntando a los EEUU. El 14 de octubre el vuelo de un U-2 fotografió la zona donde estaban ubicados los misiles rusos y esto generó un conflicto de magnitudes enormes. El 22 John Kennedy impuso un bloqueo, llamado “cuarentena”, a las rutas marítimas hacia Cuba. El 27 fue derribado un U-2 en pleno territorio cubano. Luego de varias acusaciones, amenazas y negociaciones, el 28 de octubre, y sin consultar a los líderes cubanos, se llega a un acuerdo. La URSS retiraría los misiles de la isla a cambio que los EEUU prometiera no invadir nuevamente Cuba. Sin embargo, luego se supo que el acuerdo contenía además el retiro por parte de la OTAN de misiles en Turquía.
Podemos agregar aquí la visión neorrealista que dice que el secretismo no ayuda a la paz. Se puede utilizar el análisis de las variables ofensivas y defensivas. Si un país se arma para incrementar su seguridad, el otro debe armarse defensivamente. Para las demás corrientes: los idealistas rechazan esta política y la guerra; el realismo plantea la posibilidad de utilizar la demostración de armas como política de prestigio; mientras que para los marxistas esta una clara maniobra del imperialismo contra un país que sigue los lineamientos del capitalismo.

La crisis bajo la lupa de las teorías

En este conflicto podemos hablar de tres actores fundamentales: los 3 Estados: Cuba, URSS y EEUU. Además podemos hablar de otros actores: las Organizaciones Intergubernamentales ONU y OEA
En primer lugar podemos decir que cada actor tiene sus intereses y son autónomos. Sin embargo podemos notar que existen alianzas, por un lado Cuba y URSS y por el otro los EEUU y la OEA y OTAN.
Según Mingst, existen tres teorías que permiten explicar porqué se organizan los Estados colectivamente. Estas teorías son:
·         Federalismo
·         Funcionalismo
·         Los bienes colectivos
En este sentido, sintéticamente, la visión federalista plantea que cada Estado cede una parte de su soberanía a un cuerpo federal con el objetivo de mantener la paz alcanzada. Para los funcionalistas, la unión se da para que todos puedan sacar algún beneficio de la alianza, la desigualdad económica debe ser superada con la cooperación desde los económico hasta lo político. Finalmente, la necesidad que existe de utilizar los bienes colectivos que no son propiedad de nadie, bajo un entendimiento común.
Las tres teorías que describimos anteriormente tendrían mucho para decir acerca de la crisis de octubre.
Desde el punto de vista filosófico, se podría decir en clave del liberalismo que una de las principales causas de la crisis es la condición comunista de Cuba. La falta de entendimiento producto de dos ideologías tan distintas con intereses antagónicos. Por lo tanto, la teoría idealista diría que la crisis se podía haber evitado en el marco de las negociaciones o la diplomacia. Para eso existen distintas instituciones como la ONU donde se pueden llevar los reclamos. Sin embargo, cuando el 25 de octubre el tema fue llevado a la ONU, ya nada se puedo hacer. Sin embargo, no fue otra cosa que la diplomacia, es decir las reuniones secretas y bilaterales entre los rusos y los norteamericanos, lo que permitió destrabar el conflicto.
En clave del realismo, sin autoridad suprema mundial en plena Guerra Fría, podemos decir que estamos ante un caso concreto de disputa por intereses propios de los Estados, actores centrales y autónomos en esta teoría. A la sombra de la guerra por la ambición y maximización de poder de los Estados, la instalación de misiles puede ser vista como la ambición de poder de la URSS y la defensa de un enclave como Cuba en un territorio adverso; en tanto para los cubanos, puede ser visto como necesidad de defenderse de la agresión imperialista de EEUU.
Es decir, un sistema anárquico, donde la ONU y la cooperación entre Estados no pudieron hacer mucho y prevaleció el espíritu de la guerra y la confrontación.
Finalmente para la teoría marxista estamos ante un claro conflicto entre un país capitalista como los EEUU y una isla que quiere independizarse de su antiguo colonizador. Si tomamos en cuenta la idea de un mundo donde mandan los capitalistas, este es un claro ejemplo que la agresión vino del lado de los capitalistas que no permitían que Cuba avanzara en sus políticas revolucionarias. (Reforma agraria, estatizaciones) En este sentido, se ve claramente un conflicto de la lucha de clases internacional. Por un lado, el imperio hegemónico del capitalismo y por otro, el mundo comunista con ambición de agrandar su influencia. Sin embargo, la resolución del conflicto, en el que se deja afuera a uno de los involucrados (Cuba) permite ver que estaba más en juego el prestigio de los grandes bloques y no tanto la normalización de la situación en Cuba. Es más, si aceptamos la situación de interdependencia, donde los conflictos se dan entre economías desarrolladas y subdesarrolladas este es un caso donde vemos que los soviéticos ponen en juego su fuerza militar y, en momento de resolver el conflicto, ignoran al principal actor por ser “dependiente” o un actor débil política, económica y militarmente.

Palabras finales

A través de la crisis de los misiles de Cuba en octubre de 1962, quisimos demostrar que existen varias formas de ver las RRII y que de ellas depende la resolución de los conflictos. Si hablamos distintos idiomas es difícil entenderse. Sin embargo, hay que comunicarse. Está claro que la cosmovisión del mundo era distinta para los rusos y para los norteamericanos, sin embargo se llegó a un acuerdo. La Guerra Fría tuvo posteriores sobresaltos, pero nunca se llegó a la tercera guerra mundial.
En 1989 caía el muro de Berlín y unos años después la Unión Soviética desaparecía. El mundo “libre y democrático” parecía haber ganado la batalla. Si instaló con fuerza el neoliberalismo, una suerte de ideología dominante que es “el fundamento discursivo, teórico y práctico de la globalización” (Altvater y Mahnkopf: 246)
Un orden basado en la seguridad de la propiedad privada y el libre mercado con tremendos cambios laborales y culturales.
Hoy existe un mundo más equilibrado. El surgimiento de Organizaciones Intergubernamentales como la Unión Europea, los BRICS, y en nuestro continente, la CELAC y la UNASUR, nivelan un poco la distribución de poder frente al proyecto hegemónico estadounidense.
En conclusión, si bien filosóficamente son distintas, las teorías tienen puntos de encuentro. Entiendo que pueden ser contradictorias pero para entender las Relaciones Internacionales no sirve la utilización de una sola. Más bien, es necesario conocer las distintas corrientes para comprender la interacción entre lo nacional y lo internacional.

 Y como escribió esa gran pluma de resistencia latinoamericana, Mario Benedetti:


…con su corno francés
y su academia sueca
su salsa americana
y sus llaves inglesas
con todos sus misiles
y sus enciclopedias
su guerra de galaxias
y su saña opulenta
con todos sus laureles
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cerca de las raíces
es donde la memoria
ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren
y hay quienes se desviven
y así entre todos logran
lo que era un imposible
que todo el mundo sepa
que el sur también existe.
























Bibliografía

Alvater, Elmer. La globalización de la inseguridad: trabajo en negro, dinero sucio y política informal. PAIDOS. Buenos Aires. 2008
Halliday, Fred. Las Relaciones Internacionales en un mundo en transformación. Catarata. Madrid. 2002
Hobsbawn, Eric, Historia del Siglo XX, Editorial Crítica, Buenos Aires, 1998.
Jiménez González, Claudia G. Las teorías de la cooperación dentro de las relaciones internacionales. En:  http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72620305
Mingst, Karen. Fundamentos de las Relaciones Internacionales. CIDE. México. 2006
Morgenthau, Hans. Política entre las naciones. GEL. Buenos Aires. 1986
Sodupe, Kepa. La teoría de las relaciones internacionales a comienzos del siglo XXI. Universidad del País Vasco.





[1] Para conocer la respuesta pública a esta expulsión se puede leer la Segunda Declaración de La Habana.

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