por Luis Klejzer
Una curiosidad me anda rondando en la cabeza. En medio
de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, una de las sentidas
formas que encontró su gigante hermano Sergio fue escribirle cartas.
Inmediatamente lo relacioné a la hermosa poesía de Violeta Parra: La Carta.
Esa tierna forma de expresar lo que uno siente. Por su
hermano, por sus compañerxs, por cualquier ser humano luchador y solidario.
“Me mandaron una
carta
por el correo
temprano
y en esa carta me
dicen
que cayó preso mi
hermano
y sin lástima con
grillos
por la calle lo
arrastraron, si.”
Y sí. Santiago Maldonado fue perseguido por la
Gendarmería Nacional. En un operativo represivo ilegal. Toda una fuerza armada
para despejar un corte de ruta de pocas personas. Aunque lo nieguen, lo
persiguieron, lo encontraron y se lo llevaron. Los mismos métodos que enseñaron
el genocida Roca, el repugnante Videla y el asesino Camps. Y seguramente fue
arrastrado sin lástima. Y nos mintieron. Lo encubrieron. Y lo aparecieron sin
vida 78 días después.
“La carta dice el
motivo
que ha cometido
Roberto
haber apoyado el
paro
que ya se había
resuelto
si acaso esto es
un motivo
presa también voy
sargento, si.”
Roberto hoy se llama Santiago. Y había apoyado un reclamo
por la libertad de Jones Huala y la dignidad de los mapuches. Las tierras
ancestrales conquistadas por los españoles, saqueadas por un Estado represor argentino
y vendidas a los empresarios extranjeros por migajas 100 años después. Como dice
Violeta, “si acaso esto es un motivo…” llévennos también sargento. Si la
solidaridad de Santiago se paga con la desaparición, van a tener que
desaparecernos a varios.
“Yo que me
encuentro tan lejos
esperando una
noticia
me viene a decir
la carta
que en mi patria
no hay justicia
los hambrientos
piden pan
plomo les da la
milicia, si.”
Sabias y duraderas palabras de Violeta denunciando que en
nuestra patria no hay justicia. No hay justicia por los 30 mil. No hay justicia
por Darío y Maxi. Por López, Arruga y Ferreyra. Los hambrientos piden pan
también en mi país y le siguen dando plomo, como a los desocupados, a los
docentes, a los trabajadores de PepsiCo.
El Estado siempre tiene la misma respuesta ante la falta
de justicia: represión.
“De esta manera
pomposa
quieren conservar
su asiento
los de abanicos y
de frac
sin tener
merecimiento
van y vienen de la
iglesia
y olvidan los
mandamientos, si.”
Qué manera pomposa de mantener sus mezquinos privilegios.
Siempre defendiendo sus altas tasas de ganancia a costa del hambre y la salud
del pueblo trabajador. Los políticos sin sentimientos son socios de los
empresarios. Levantan sus manos para despojar a los trabajadores y el pueblo de
sus derechos. Les quitan las tierras y después lo legalizan. Y van y vienen de
la iglesia para legitimar la reproducción. Olvidan los mandamientos: roban,
matan, secuestran y mienten permanentemente.
“Habrase visto
insolencia
barbarie y
alevosía
de presentar el
trabuco
y matar a sangre
fría
a quien defensa no
tiene
con las dos manos
vacía, si.”
Santiago, Mariano, Luciano víctimas de la sangre fría de
los represores, de los burócratas y de los politiqueros baratos. No se
defendían. Eran luchadores. Estaban a la intemperie. Solo tenían su cuerpo y
los mataron sin defensa alguna. El hilo patagónico de la muerte comienza con
aquellos pueblos “ignorantes e indígenas” pero continúa con los “analfabetos” peones
rurales y su gran referente Facón Grande. La larga lista continúa con Víctor
Choque, el soldadito Omar Carrasco, Teresa Rodríguez, el maestro Carlos
Fuentealba y Daniel Solano. “Habrase visto insolencia, barbarie y alevosía”. Matan
a sangre fría.
“La carta que he
recibido
me pide
contestación
yo pido que se
propague
por toda la
población
que el león es un
sanguinario
en toda
generación, si.”
La carta de Sergio es grito y contestación. Es
llamamiento y condena. La población en la calle es la única manera de propagar
y buscar justicia. Que claridad meridiana: “el león es un sanguinario en toda
generación”. Los militares genocidas de la Patagonia les sacaron las tierras
para dárselas a las familias de apellido. Entre ellos los Bullrich. Justamente
un descendiente directo volvió a la Patagonia y anunció una nueva Campaña del
Desierto. No nos esperábamos la misma barbarie. Creíamos que en cien años
podrían haber aprendido el concepto de Democracia. O tolerancia. Pero no.
Siguen matando. Por los mismos intereses.
“Por suerte tengo
guitarra
para llorar mi
dolor
también tengo
nueve hermanos
fuera del que se
engrilló
los nueve son
comunistas
con el favor de mi
Dios, si”
Traé la guitarra Violeta, llamá a tus hermanos
comunistas. Que venga también Sergio, con su mirada y su enorme perseverancia, seamos
millones los que defendamos la vida. Lloremos nuestro dolor y transformémoslo
en organización. Sumemos las voces y gritemos fuerte ¡Justicia por Santiago
Maldonado!
link a la canción La Carta de Violeta Parra: https://www.youtube.com/watch?v=T7TeBLyZTeQ
link a la canción La Carta de Violeta Parra: https://www.youtube.com/watch?v=T7TeBLyZTeQ
No hay comentarios :
Publicar un comentario