martes, 31 de octubre de 2017

34 años de “transición democrática” y parece que nunca llegamos

Por Luis Klejzer
Hace 34 años ganaba las elecciones presidenciales Raúl Alfonsín. Ese orador de Chascomús que lideró la Unión Cívica Radical en su versión Renovación y Cambio, derrotó a la fórmula justicialista Luder-Bittel influenciada por el sindicalismo de las 62 organizaciones peronistas, herederos del verticalismo isabelino.
En ese momento comenzaba lo que algunos intelectuales denominaron la “Transición Democrática”. Esta expresión luego fue problematizada en tanto ¿cuándo empieza y cuándo termina una transición?, ¿qué acontecimiento la inicia y cual la da por terminada? Mejor analizarlo como proceso abierto.

jueves, 26 de octubre de 2017

Lee fuerte esas cartas, Sergio; que Violeta te acompaña

 

por Luis Klejzer
Una curiosidad me anda rondando en la cabeza. En medio de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, una de las sentidas formas que encontró su gigante hermano Sergio fue escribirle cartas. Inmediatamente lo relacioné a la hermosa poesía de Violeta Parra: La Carta.
Esa tierna forma de expresar lo que uno siente. Por su hermano, por sus compañerxs, por cualquier ser humano luchador y solidario.

sábado, 21 de octubre de 2017

Escribimos con bronca, con indignación. Pero con conciencia de clase

 “…hay algo que se plantea: la exigencia a todo Joven Comunista es ser esencialmente humano, y ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano. Que se desarrolle al máximo la sensibilidad para sentirse angustiado cuando se asesine un hombre en otro rincón del mundo y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad.” 
Che. (“Lo que debe ser un joven comunista”)
Por María Virginia Posas Zubiría y Luis Klejzer.
Apareció su cuerpo sin vida en el Río Chubut. Río arriba. A 300 metros de la represión de la gendarmería nacional el 1 de agosto del 2017. El Estado, el gobierno y Benetton son los responsables.

Escribimos con bronca. Porque Santiago era muy joven. Tan joven como Darío y Maxi aquel 26 de junio de 2002 cuando fueron asesinados por la represión del Estado. Ellos luchaban por trabajo y dignidad. Santiago luchaba por la dignidad de los pueblos originarios masacrados y saqueados por el Estado y sus cómplices.

sábado, 14 de octubre de 2017

Dos miradas. Dos Etapas. La misma impunidad.


Por Luis Klejzer
Profesor Universitario de Historia
Cuando en enero de 1997 prendieron fuego su auto y asesinaron al reportero gráfico José Luis Cabezas en un descampado cercano a Pinamar, yo tenía 20 años recién cumplidos. Fue un crimen que movilizó a la población, sumida en un largo letargo neoliberal lleno de privatizaciones de empresas públicas y negocios de “todo x 2 pesos”. Consecuencia de la ley de convertibilidad de 1991, sancionada por el ministro de economía Domingo Cavallo. La desocupación crecía y ya se olían los primeros olores de los neumáticos quemados en los piquetes de la Patagonia. Recuerdo que la imagen de Cabezas se difundió por todo el mundo pidiendo juicio y castigo. Me impresionó mucho la postura de ciertos sectores de la sociedad. Sobre todo de los artistas. Principalmente recuerdo los homenajes que realizaba el gran cantautor León Gieco cuando iniciaba cada recital con una frase que todavía guardo en mi memoria: “No se olviden de Cabezas. La impunidad de su crimen, será la condena de la Argentina”. Y fue condena. Pero no por la impunidad ni el gansterismo que gobernaba el país y la provincia de Buenos Aires, sino por el hambre y la desocupación.